Revista de flamenco CANDIL

“Candil” es una revista ilustrada de flamenco, editada desde marzo de 1978, cuyo titular es la Peña Flamenca de Jaén. Su contenido se basa, principalmente, en estudios pormenorizados de investigación sobre flamenco, ensayo y poesía sobre este arte, así como crónicas de los eventos más significativos del sector, entrevistas con artistas y expertos sobre la materia, críticas discográficas y literarias y tribunas de debate, con cuidada selección de fotografía e ilustraciones. CANDIL contiene un compendio de tratados flamencos, y es una necesaria obra de consulta para los investigadores de nuestro arte universal y otras facetas relacionadas con el mismo, una verdadera antología de la historia reciente del flamenco y una importante base para la formación del aficionado.

martes, 31 de agosto de 2021

Memoria flamenca. Rafael Valera entrevista a Sordillo de Triana".

 «Allí aprendió 'Chiquetete' a cantar la soleá esa»

El texto amplía datos sobre la figura de 'el Sordillo de Triana' en una entrevista realizada, en 1980, en Jaén para la revista CANDIL.

RAFAEL VALERA ESPINOSA

Posiblemente haya sido 'El Sordillo de Triana' uno de los cantaores más exponentes del cante por soleá del citado barrio sevillano. Poco se conoce de la vida de este cantaor que, posiblemente, naciera en Vélez-Málaga a comienzos del siglo XX, afincándose en Triana a los cuatro años. Según las investigaciones de Luis y Ramón Soler, las soleares de 'El Sordillo' son recreaciones de las primigenias de Ramón 'El Ollero'. La importancia de este artista me la transmitió Manuel Oliver Dorado 'Olivé de Triana', cuando cantó en la Peña Flamenca de Jaén, el 23 de febrero de 1980. Era, por tanto de máximo interés para mí preguntarles a los tres de 'El Zurraque' que me ampliaran en lo posible la información sobre el artista y por ahí continuó el desarrollo de la entrevista que nos ocupa:

Foto de la actuación de Los de Zurraque en la Peña Flamenca de Jaén (1980).

Es una pena que artistas muy localizados en su ambiente flamenco como 'El Sordillo' no sean o hayan sido conocidos por la afición en general ¿Por qué no nos habla de 'El Sordillo'?

-¡Hombre! -continuó Antonio 'El Arenero'- 'El Sordillo' ha 'sio' un 'aficionao' muy conocido en la Triana de El Zurraque. Mire usted -a pesar de que podían ser mis padres, los tres cantaores me hablaban de usted por el convencimiento del prestigio que entonces ya había adquirido la revista CANDIL, en Triana no 'habio' quien valga un duro 'pa' ser artista. El primer aparato que llegó al Zurraque 'pa' grabar, lo compre yo 'pa' grabarle a mi padre; y a mi padre le pasaba lo que a mí cuando veía un aparato de esos, se le ponía el pelo de punta. Por eso 'El Sordillo' no ha 'sio' conocido fuera de allí, pero era uno de los que mejor cantaba por soleá.

Nosotros tenemos muchísimas vivencias con esto del cante. Yo me tiré más de cuatro años sin cantar, porque la vida que yo llevaba no podía ser. Ni mi mujer me veía, ni 'na'. Entonces me retire y no quería saber nada de fiestas, pero siempre me iban a buscar, hasta que caí otra vez y de nuevo se me metió el veneno.

¡Pero la cosa no ocurrió así! (saltó Manuel León 'El Teta'). Pusieron una peñita en Triana con una habitación donde nos reuníamos todos los jueves; poníamos cada uno una cantidad de dinero y le dábamos una estatuita a un artista; también poníamos unas tapitas, vino. en fin, que echábamos nuestra noche de cante. Aquello se difundió por el barrio y por Sevilla y empezó la gente a ir por allí.

¡Allí han ido todos los artistas más grandes de España! (apuntó El Arenero). Allí aprendió "Chiquetete' a canta la soleá esa -continuó El Teta-. ¡Total! Aquello se tuvo que cortar porque se llenaba de gente y los socios que eran los que aportaban su cantidad de dinero para que funcionara la peñita, pues se quedaban en la calle.

Figúrese usted como sería eso. Le voy a contar la primera vez que yo canté en público -retoma otra vez la palabra 'El Arenero', el más hablador de los tres-. Nosotros teníamos un amigo en Triana que es Manuel Lama, que era el que nos llevaba siempre a cantar, porque tiene mucho dinero y muchas ganas de gastárselo. Bueno, pues él, un día me dijo a mi: «Antonio, tengo un compromiso grande y quiero que me hagas ese favor a mí.» Claro, eso era una 'chusmita'. Primero había una conferencia y él quería que yo hiciera un cantecito. Le pregunté que cuándo era y él me dijo que tardaría aproximadamente un año. Pero el año pasó, pasó el año y llegó el día y fui a la peña, porque yo soy brutillo pa ser formal, y estando en la peña me entró un dolor de muelas, pero un dolor de muelas que rabiaba, y Manuel no sabía que darme a mí 'pa' que se me quitara el dolor. ¡Pero Manuel no me des 'ná', si yo no tengo muelas! Qué de nervios tendría yo.

A partir de ese día fue cuando el cante este que hacemos nosotros empezó a tener auge -primera intervención de Márquez 'El Zapatero'-, porque este cante siempre se ha hecho en Triana, pero casi siempre en reunión. Ahora en público lo han hecho otros como Domingo Abadía 'El Alfarero', Manuel Olivé y ahora nosotros. Y yo quiero hablar de 'El Sordillo' -se había dado cuenta que el tema se iba diluyendo-. Este era un señor que había nacido en Málaga y se fue a Triana con cuatro años. Pero a este hombre le ocurrió un detalle hace bastante tiempo, por lo que él me contó a mí, que fue una vez a grabar a Madrid con 'El Carbonero' -se refería a Manuel Vega 'El Carbonerillo'- y Pepe Pinto. Iban contratados Pepe Pinto, 'El Carbonero' y él en dos mil pesetas. Al llegar a Córdoba se le pagaba al artista en la estación del tren. A Pepe Pinto y al 'Carbonero' le pagaron las dos mil pesetas, y al 'Sordo' quisieron darle seis mil reales, entonces 'El Sordo' se bajó del tren y no grabó. Es lo que hablábamos antes de que mucha gente buena no haya 'grabao'. Esto me lo contó 'El Sordo' a mí.

«Entonces 'El Sordo' se tiró a cantar en los pueblos por la gorra. Estuvo en mi pueblo, Villanueva del Ariscal, y allí cantaba en las tabernas y dormía en un pajar de una casa que era de un amigo suyo. Así se tiraba cuatro o cinco meses y después se iba a otro pueblo. A mi 'El Sordo' me contó toda su vida, la pública y la privada. Yo puedo contar muchas cosas de él, Me acuerdo que en una ocasión, teniendo yo ya mi zapatería, se presentó una mañana en ella, a eso de las once y empezó a cantar; estábamos allí un muchacho que tenía yo, una muchacha que había 'llevao' unos zapatos, él y yo. Se puso a cantar y estuvimos allí con la zapatería 'cerrá' hasta la seis de la tarde. Como en aquella ocasión yo no le he vuelto a escuchar».

Más información: Acceso a IDEAL.

No hay comentarios:

Publicar un comentario